El uso de guantes de protección para contacto con alimentos es necesario para garantizar la máxima higiene requerida en la producción, procesamiento y distribución en la industria alimentaria. La elección de este tipo de guantes garantiza la seguridad tanto de las manos de los usuarios como de los alimentos que se manipulan.
Para los trabajadores de la industria alimentaria, los guantes de trabajo son una barrera de protección esencial frente a los riesgos asociados a la manipulación de alimentos.
El primer riesgo es la contaminación. Algunos alimentos pueden contener bacterias que provocan enfermedades como la listeriosis o la salmonelosis. El uso de guantes de protección desechables o lavables garantiza la seguridad de la persona que manipula los alimentos. En cambio, una persona que no aplique la higiene apropiada puede contaminar los alimentos al manipularlos. En estos casos, los riesgos para el consumidor son muy peligrosos, ya que podrían derivar en enfermedades como la hepatitis A o una infección por estafilococo.
También hay riesgos adicionales relacionados con el entorno de trabajo y las herramientas utilizadas. Los guantes de protección para contacto con alimentos son también una potente barrera frente a riesgos asociados a cortes, quemaduras y frío.
Unos guantes para contacto con alimentos, además de ser resistentes y eficaces, deben cumplir ciertos criterios para garantizar unas condiciones de trabajo seguras.
El pictograma de un vaso y un tenedor indica que los guantes están certificados para el contacto con alimentos. Este pictograma suele aparecer marcado en el guante o en su etiqueta. Los guantes para contacto con alimentos deben cumplir el Reglamento Europeo 1935/2004 que regula este tipo de EPI.
Para garantizar una buena destreza al manipular alimentos manteniendo a la vez una excelente resistencia, los guantes deben ser como una segunda piel, es decir, suficientemente finos y cómodos. Dependiendo del puesto de trabajo, los guantes de protección están reforzados para evitar cortes (pelar alimentos, limpiar herramientas afiladas,…), el calor por contacto (manipular platos en hornos) o el frío (trabajar con productos congelados).
Por último, los guantes para alimentos pueden ser desechables o reutilizables. En el segundo caso, deben poder lavarse fácilmente para lograr una higiene impecable.
La gama de guantes de protección Lebon ofrece un EPI parcialmente adaptado a los riesgos alimentarios. Todos los guantes de esta gama cumplen la norma europea CE/1935/2004 y tienen diferentes características. Los guantes Nitrifood, fabricados en poliamida texturizada con revestimiento de nitrilo, son ideales para el contacto con alimentos y para proteger la mano frente a pinchazos. El guante de protección contra el frío COLDSKIN es ambidiestro y está fabricado con hilo 100% termorregulador. El GTA/D/M/COT/SD, para la protección contra el calor hasta 250°C, está equipado con un puño de lona de algodón 100% natural con imán integrado. Además, los puntos de silicona en la palma y en el dorso mejoran notablemente el agarre.
Los guantes tejidos para alimentos pueden lavarse a una temperatura de hasta 83°. Sus puños elásticos garantizan un buen ajuste y un excelente aislamiento.
El color azul de los guantes, común en la mayoría de los modelos, permite ver fácilmente los desgarros o los depósitos de material en los alimentos, que raramente son de este color.
Estos guantes pueden complementarse con equipos de protección individual Lebon para una seguridad óptima.
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